lunes, 27 de junio de 2011

CURIOSIDADES EN LAS COMUNICACIONES

El idioma de los saharauis es el hassaní (dialecto del árabe), aunque los saharauis que viven en los campamentos casi todos tienen, al menos, nociones básicas del español, ya que, aunque hace más de 35 años que han dejado de ser colonia, hay un programa de acogimiento de niños saharauis (de los 7 a los 11 años aproximadamente) durante el verano en familias españolas.

Quizás, por eso, además de preguntarte tu nombre, lo siguiente que quieren saber es de qué parte de España vienes.

Hay, también, un acuerdo con Cuba, mediante el cual se les facilita realizar estudios en la isla caribeña. Muchos de ellos estudian Medicina o Enfermería (por supuesto, su estancia incluye en todos los casos un Master nocturno en bailes latinos). Debido a la falta de oportunidades, muchos de estos titulados sanitarios emprenden su salida a otros mercados laborales más jugosos que el suyo. Por esta razón, y a pesar del número elevado de doctores y enfermeras saharauis que existen, hay una gran carencia de los mismos en los campamentos.


Lo que más me llamó la atención es su manera de saludar. En el pasado, al vivir en una tierra con una población muy dispersa (época pre-Google), cuando se encontraban dos personas de distintas tribus, tenían que ponerse al día, así es que el saludo incluía preguntar por: la salud de la persona que veías, de su familia, de su ganado, de si había habido nacimientos, matrimonios y defunciones en su tribu y un largo etcétera. Aún hoy, conservan parte de este ritual, así es que cuando dos personas se encuentran (no importa que se hayan visto el día anterior), tienen una conversación, de un par de minutos, sólo para preguntar por el bienestar de su interlocutor (familia...). Bueno, no se puede llamar conversación, ya que los dos hablan y responden al mismo tiempo, por lo que dudo que realmente se estén enterando de lo que se dicen mutuamente.

Otra curiosidad es que en vez de asentir, con un “Sí”, “Mmm” o algo similar, emiten un sonido gutural sin abrir la boca. Por lo que si son muchos los que asienten al mismo tiempo, da la sensación de que tienes un montón de ranas a tu alrededor.

Dos de las palabras que aprendemos pronto los extranjeros son:

“flusflus”: primera enfermedad que sueles tener: diarrea

“salah”: “si Dios quiere”. Palabra que se añade a cada plan que haces con un saharaui. Por lo que si le dices que el lunes se hará la distribución a las 6 a.m., hay que decir “salah” y si le pides que vaya, él dice “salah”. Al principio, da la sensación de que es una manera de no comprometerse a nada, pero en realidad, es tener presente, que no siempre podemos hacer lo que nos proponemos porque algún imprevisto puede surgir

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