viernes, 29 de julio de 2011

LOS RATATOUILLES DE PROTOCOLO

¿Quién no ha oído hablar de Ferràn Adrià ? Es tan conocido en tantas partes del mundo, como lo puedan ser Cristiano Ronaldo (CR9 para los amigos), o Bono de U2. Se pasa horas y horas experimentado en un laboratorio para sacar recetas imposibles con sabor futurista, que serán premiados en todo foro gastronómico que se precie.Y su foto se cuela entre los periódicos más prestigiosos, dedicándose a dar cursos y conferencias.

Aquí, en Protocolo, no vive Ferràn Adrià, sin embargo, tenemos cooperantes que con con una merluza (sin espinas, eso sí) con un poco de aceite y un par de hierbas lo convierten en el plato más rico que hayas comido en meses. Y realmente, tienen mucho mérito. Si Ferràn Adrià necesita para su receta unos huevos de un tamaño de 5cm de serpiente en vías de extinción y que vive en el Amazonas, no tiene ningún problema en fletar un avión para poder traerlos allá donde se encuentre, en menos de 24 horas. Sin embargo, los productos que se pueden comprar en los campamentos son muy limitados. Nuestra compra se reduce a algunas verduras, pasta, huevos, y pocos ingredientes más.

La capacidad de improvisación que se  tiene en Protocolo es fantástica: se abre la puerta del frigorífico, se ojea qué es lo que queda (que suele ser poco o nada) y con eso... A COCINAR para varias personas. El número 1 en hacerlo es Lyes, un cooperante argelino, aunque cuenta con una ventaja:  lleva 4 años viviendo en estos campamentos. Así es que él decide la receta y los demás hacemos de asistente del chef, fregamos platos, ponemos la mesa... Además,puede empezar parte de la cena en una cocina, y luego se traslada a otra para hacer otra parte de la cena (con eso gana a Adrià, no creo que él disponga al mismo tiempo de varias casas para poder cocinar). Espectacular!!! Y además, tiene la gran deferencia de cuando los demás hacemos cualquier cosa simple, puede llegar a felicitarte hasta 3 veces por el plato que has preparado (en mi caso, se trató de un simple puré de patatas).

Puede ser que no viva entre nosotros el chef más reconocido del mundo, pero dudo que tenga comensales más entusiastas que nosotros. Y es que, después de pasar un día a 50ºC, no tener luz durante varias horas y no poder darte una vuelta por la FNAC,¿qué mejor manera de acabar el día que comer algo ideado por Lyes & cía?

No hay comentarios:

Publicar un comentario